Platos

 

Pastela: Pastel salado de hojaldre relleno de pollo, cebolla y almendras, con un toque dulce de azúcar glaseado.

Curiosidad: En la antigüedad, se usaba carne de paloma mensajera para este plato, simbolizando la caída de los enemigos.

Coquinas: Delicados moluscos preparados al vapor o en salsa de vino blanco y ajo.

Curiosidad: Estos moluscos pueden filtrar hasta 5 litros de agua por hora, actuando como limpiadores naturales de las playas de Melilla.

Rape a la Rasudir: Guiso aromático de rape con verduras y especias locales.

Curiosidad: El rape puede cambiar de color para camuflarse, y algunas especies tienen un "señuelo" luminoso para atraer a sus presas.

Fritura de pescado: Variedad de pescados y mariscos rebozados y fritos, servidos con limón.

Curiosidad: Durante el asedio de Melilla en 1774, este plato ayudó a prevenir el escorbuto entre los defensores de la ciudad.

Pollo a la moruna: Pollo marinado con especias y hierbas aromáticas, asado a la parrilla.

Curiosidad: Este plato fue crucial en la firma del Tratado de Fez de 1912, sirviendo como "alimento de paz" entre españoles y marroquíes.

Cuscús: Sémola de trigo cocida al vapor, servida con verduras y carne.

Curiosidad: En algunas tribus bereberes, la habilidad para preparar cuscús era un requisito indispensable para el matrimonio.

Msemen: Pan plano relleno de cebolla caramelizada y especias.

Curiosidad: Durante la Segunda Guerra Mundial, este pan fue utilizado como código secreto por la resistencia en el norte de África.

Hummus: Puré de garbanzos con tahini, limón y aceite de oliva.

Curiosidad: En 2010, Líbano y Israel tuvieron una disputa diplomática sobre la propiedad cultural del hummus.

Falafel: Croquetas de garbanzos o habas, fritas y especiadas.

Curiosidad: En el antiguo Egipto, se creía que el falafel tenía propiedades afrodisíacas y estaba prohibido en algunos templos.

Jarera: Sopa sustanciosa de legumbres, carne y verduras, similar a la harira marroquí, que se sirve caliente y es ideal para los días fríos.

Curiosidad: Durante la Guerra Civil Española, esta sopa fue crucial para la supervivencia de los refugiados en Melilla, ganándose el apodo de "sopa de la vida"; fue fundamental durante el famoso "Año del Hambre" en Melilla en 1921.

Arroz al horno: Un plato que aprovecha los restos del cocido, cocinado con tocino, garbanzos y diversas carnes, todo al horno.

Curiosidad: Durante el asedio de Valencia en 1811, este plato salvó a la población del hambre, convirtiéndose en símbolo de resistencia.

Cazuela de rape aromatizado: Guiso de rape con un aliño de cominos, ñora y verduras, que se cocina lentamente para potenciar los sabores.

Curiosidad: En la antigua Roma, el rape era considerado un pez sagrado y solo podía ser consumido por los emperadores en ceremonias especiales.

Postres y dulces

 

Cuscús dulce: Postre a base de sémola de trigo, endulzado con miel y aromatizado con canela, decorado con frutos secos y frutas deshidratadas.

Curiosidad: En algunas tribus bereberes, se creía que comer cuscús dulce en la noche de bodas garantizaba una vida matrimonial próspera.

Los pañuelos dulces: Delicado postre de masa fina rellena de almendras molidas, azúcar y canela, doblado en forma de pañuelo y espolvoreado con azúcar glas.

Curiosidad: Durante la ocupación francesa en el norte de África, estos dulces se usaban como símbolo secreto de resistencia.

Jeringos: Torta de sémola dulce frita, bañada en miel y decorada con semillas de sésamo.

Curiosidad: En la antigua Melilla, los jiringos se consideraban un amuleto de la suerte y se regalaban a los recién nacidos para protegerlos del mal de ojo.

El beso de camello: Dátiles rellenos de pasta de almendra, nueces o pistachos, a veces bañados en chocolate.

Curiosidad: Este postre fue creado accidentalmente por un cocinero del sultán que, al tropezar, mezcló dátiles con frutos secos, salvando así su vida al impresionar al monarca con el nuevo dulce.

Chebakia: Galletas en forma de flor, fritas y bañadas en miel y semillas de sésamo.

Curiosidad: En el siglo XVIII, estas galletas se usaban como moneda de cambio en los zocos de Melilla durante períodos de escasez de metales preciosos.

Flan casero: Un clásico postre a base de huevos, leche y azúcar, cocido al baño maría.

Curiosidad: Durante el Imperio Romano, el flan se consideraba un alimento medicinal y se prescribía para tratar problemas respiratorios.

Bollos de leche (krichlat): Panecillos suaves y dulces que se pueden encontrar en muchas panaderías locales.

Curiosidad: En la Edad Media, al igual que sucedía con las galletas Chebakia, estos bollos se usaban como moneda de cambio en algunas regiones de España, especialmente durante épocas de escasez de metales preciosos.

Trufas: Pequeñas bolas de chocolate negro mezcladas con frutos secos triturados y ron, cubiertas de cacao en polvo.

Curiosidad: Durante la Segunda Guerra Mundial, las trufas se usaban como alimento de emergencia para los pilotos debido a su alto contenido calórico y tamaño compacto.

Pestiños: Masa frita, a menudo con un toque de anís y miel, que se sirve en forma de triángulos.

Curiosidad: Durante la Inquisición española, los pestiños se usaban como "prueba de fe", ya que los judíos y musulmanes conversos debían comerlos públicamente para demostrar su nueva religión.

Tortas de aceite: Dulces planos y crujientes, elaborados con aceite de oliva y a menudo aromatizados con anís.

Curiosidad: En 1910, Inés Rosales comenzó a vender estas tortas en la estación de tren de Sevilla, convirtiéndolas en el primer producto de repostería industrializado en España.

Mantecados: Galletas suaves y desmenuzables, típicamente elaboradas con manteca de cerdo, harina y azúcar.

Curiosidad: Durante la Guerra Civil Española, los mantecados se usaron como alimento de emergencia para las tropas debido a su alto contenido calórico y larga duración.

Hojaldres: Pasteles de masa hojaldrada rellenos de crema o cabello de ángel, espolvoreados con azúcar glas.

Curiosidad: La técnica de elaboración del hojaldre fue introducida en Europa por los cruzados que regresaban de Oriente Medio, revolucionando la repostería occidental.

Bebidas

Té moruno: Infusión de té verde con hierbabuena y azúcar, servida caliente en vasos pequeños.

Curiosidad: Tradicionalmente se vierte desde gran altura para crear una espuma característica, simbolizando hospitalidad. En Melilla, existe una creencia local de que el número de burbujas en la superficie del té predice la fortuna del bebedor.

Shiba: Té de jengibre con propiedades digestivas y sabor picante.

Curiosidad: En la cultura local, se cree que beber shiba antes de una negociación importante trae buena suerte.

Zumo de naranja fresco: Bebida refrescante hecha con naranjas locales, muy popular en desayunos. Curiosidad: Las naranjas de Melilla son tan dulces que algunos locales las usan como sustituto natural del azúcar.

Horchata: Bebida refrescante hecha de chufa, popular especialmente en verano. 

Curiosidad: Aunque originaria de Valencia, en Melilla se le añade un toque de agua de azahar, creando una versión única.

Vino de Melilla: Aunque menos conocido, Melilla produce sus propios vinos.

Curiosidad: Los viñedos de Melilla son los únicos en territorio español en el continente africano.

Café a la moruna: Café fuerte aromatizado con especias como cardamomo o canela.

Curiosidad: Se dice que los posos del café a la moruna pueden revelar el futuro si son interpretados por un experto local.

Sifón de Kist: Agua carbonatada embotellada localmente, muy popular como refresco o mezclador.

Curiosidad: El nombre "Kist" proviene de una antigua marca local que se convirtió en sinónimo de sifón en Melilla.

Cerveza Africa Star: Cerveza local producida en Melilla, con un sabor ligero y refrescante.

Curiosidad: Es la única cerveza producida en territorio español en el continente africano.

Sharbat: Bebida dulce a base de frutas o pétalos de flores, servida fría.

Curiosidad: Durante el Ramadán, se cree que beber sharbat al romper el ayuno trae buena suerte para el resto del mes.

Amlou: Mezcla densa de aceite de argán, almendras molidas y miel, consumida como bebida energética. Curiosidad: Antiguamente, se consideraba un elixir afrodisíaco y solo se servía en bodas bereberes.

Atay: Té verde con menta y azúcar, servido en vasos pequeños.

Curiosidad: La altura desde la que se vierte el té indica el nivel de respeto hacia el invitado.

Ingredientes Locales Destacados

 

Pescados y mariscos frescos: Capturados en las aguas del Mediterráneo, son la base de muchos platos locales.

Curiosidad: La coquina de Melilla es tan apreciada que incluso tiene su propia fiesta gastronómica anual.

Especias locales: Incluyen mezclas únicas como el Ras el Hanout ("cabeza de la tienda" en árabe, lo que implica que es una combinación de las mejores especias que un vendedor puede ofrecer. Incluye entre 4 y más de 30 especias, como canela, comino, cardamomo, clavo, nuez moscada y pimienta negra. Algunas mezclas pueden contener ingredientes raros como bayas de ceniza o raíz de orris), fundamental en la cocina melillense.

Curiosidad: Se dice que algunas familias melillenses guardan sus propias mezclas secretas de especias, transmitidas por generaciones.

Aceite de oliva: Aunque no se produce localmente, es un ingrediente esencial en la cocina melillense.

Curiosidad: En Melilla, el aceite de oliva se usa tanto en platos salados como en algunos postres tradicionales.

Almendras: Utilizadas en numerosos platos dulces y salados.

Curiosidad: Las almendras de Melilla son conocidas por su sabor intenso debido al clima local.

Hierbabuena: Fundamental en la preparación del té moruno y otros platos.

Curiosidad: En Melilla, la hierbabuena fresca se considera un símbolo de hospitalidad.

Dátiles: Muy utilizados en la repostería local.

Curiosidad: Existe una variedad de dátil conocida como "dátil de Melilla" que es especialmente apreciada por su dulzura.

Cítricos: Naranjas y limones son ingredientes comunes en la cocina melillense.

Curiosidad: El zumo de naranja fresco es tan popular en Melilla que algunos lo consideran la bebida no alcohólica oficial de la ciudad.